A un amigo
A veces creemos que la muerte llega con el pasar de muchos años. Cuando las arrugas tienen gran notoriedad en nuestro rostro y en la mayoría de nuestro cuerpo. Cuando varias cosas ya dejan de funcionar; cuando creemos que servimos para nada. Todos, absolutamente, tenemos miedo a morir. No queremos separarnos de esto que nos rodea, más bien nos apegamos con acérrimo esfuerzo a esto que se acaba. El problema de encontrarnos con la muerte es no haber hecho lo que nos tocaba hacer. Ahí se encontraba nuestra verdadera realización como personas. Lo que más admiro de ti, querido amigo, y hermano, es que no perdiste tiempo para tratar de solucionar los problemas que te acontecían. Querías dejar un gran legado, y lo dejaste.
Se me viene a la memoria aquellas veces que nos sentábamos en la esquina de doña María, hija mestiza entre un español y una nativa, a tomar café, queriendo solucionar los problemas de la Gran Colombia. Concluíamos con una fuerte carcajada “esto no tiene arreglo, si no nos arreglamos”. Por otro lado no parabas de decirme cuánto amabas a tu familia. Que el día más feliz de tu vida fue cuando vio llegar a Blasina al altar de la iglesia. Querías salir corriendo, pero ya no se podía.
Te gustaba el estudio más que hacer otra cosa. Siempre quisiste llegar más allá. Por eso tus ideas trascenderán a través de la historia de esta humanidad. Tus poesías se escucharan en los mejores teatros, y se escribirán en los mejores libros.
Te vas para la casa del Padre, del cual muchas veces hablaste y defendiste. Pero te quedas entre nosotros. Tus ideas nunca pasaran de moda. Más bien trasformarán el pensamiento de aquellas mentes deseosas de conocimiento, de aclaramiento de las verdades. Espero volver a verte pronto, allí en la casa del Padre. No te olvides de nosotros, alumnos de tu conocimiento. De éstos que estuvieron pendientes de cada palabra que salían de tu perfecta retórica.
Que descanses en paz, y que tus letras enamoren al Creador. Dios te bendiga, y bendiga a los que quieres…
Un amigo…
martes, 17 de marzo de 2009
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